1. Prepárate mentalmente
Antes de empezar, mentalízate de que esto toma su tiempo, pero piensa que solo lo haces dos veces al año. Si te organizas bien, esta tarea no será tan tediosa como parece.2. Pon música
Pon tu música favorita para animarte durante el proceso. ¡Te sorprenderá cómo puede hacer que el trabajo sea más llevadero!3. Prepara una superficie adecuada para manipular la ropa
Busca un lugar plano para manipular la ropa: tu cama, un suelo limpio o con una manta, un mueble, etc. Elige una superficie donde puedas dejar, doblar y apilar la ropa sin problemas.4. Ten a mano todo lo que necesitas
Antes de empezar, asegúrate de tener todo lo que necesitas: antipolillas, atrapapolvo, trapo, limpiamuebles, ambientadores, bolsas, cajas de cartón, cajas de armario, fundas para trajes, rotuladores, precintos. Vamos al lío: Lo primero que debes hacer es sacar toda la ropa de tu armario. Es importante hacer una limpieza en profundidad del armario, por muy limpio que lo tengas, siempre hay algo de polvo o suciedad que se acumula en los cajones y estantes. Empieza seleccionando la ropa que puedes utilizar esta temporada: vaqueros, camisetas, ropa deportiva, etc. Separa lo que no vas a usar: vestidos, pantalones de tejidos veraniegos, camisas de mangas cortas, trajes, etc. Este es el momento perfecto para deshacerte de la ropa que no te has puesto en mucho tiempo o que ya no te gusta. Recuerda: "si no me lo he puesto ni una sola vez en la temporada, ¡sayonara baby!". La ropa que ya no necesites, puedes meterla en una caja de cartón para donarla a personas que la puedan necesitar. Una vez que hayas separado toda la ropa en tres categorías (utilizar esta temporada, no utilizar y donar), empieza a ordenar la ropa de invierno que vas a seguir utilizando esta temporada. Organízala según tus necesidades: la ropa de diario lo más a mano, un espacio para camisas, otro para pantalones, uno para faldas, etc. La ropa que no vas a utilizar esta temporada, guárdala en cajas de armario o en bolsas.Si utilizas cajas, asegúrate de rotularlas muy bien y lo más específico posible, para que no tengas problemas al buscar la ropa en la próxima temporada. Si prefieres las bolsas, las de aspiradora son muy recomendables, ya que minimizan el espacio, eliminando los huecos vacíos llenos de aire y evitando que la ropa coja polvo.
Para los trajes y prendas más especiales, utiliza fundas para protegerlos de bichos y polvo.
Si tienes problemas de espacio en el armario, puedes utilizar soportes alternativos, como cajas de armario portátiles, que puedes llevar al trastero o a casa de tu madre.
Con todo organizado, es hora de rotular cajas y bolsas. Si tienes hijos, puedes poner el nombre y la temporada que se utilizará, por ejemplo: Gonzalo, p/v 2015, o Abrigos Blanca o/i 2016 si son heredados de los hermanos.
Antes de cerrar las cajas y bolsas, mete antipolillas para proteger tu ropa de los bichos. Intenta hacer el tetris más perfecto que puedas para que todo quepa en su sitio y no pierdas espacio valioso. Finalmente, coloca ambientadores o bolsitas de olor para que el armario huela a otoño. Y ¡listo! Ahora puedes admirar tu trabajo y sentirte satisfecho con el resultado.
Organizar tu armario de invierno puede parecer una tarea difícil al principio, pero siguiendo estos consejos prácticos y dedicando un poco de tiempo y esfuerzo, puedes tener un armario funcional y ordenado. Además, al deshacerte de la ropa que ya no usas, estás contribuyendo a una causa noble al donarla a personas que la necesitan.