Las mudanzas, los cambios y los traslados en la llamada generación millennial
Que el estar, el sentir y el interactuar ante el mundo y sus cosas han cambiado radicalmente en los últimos veinte años casi nadie lo pone en duda. A la irrupción de Internet (con el acceso inmediato a la información) se le sumó, primero, el aterrizaje (en el sentido literal del término) de las compañías de bajo coste achicando aún más las distancias entre ciudades. A este abaratamiento de viajes y movimientos, mudanzas e información se unió, con la Gran Recesión, casi por necesidad imperante, el auge de cualquier producto que llevara la etiqueta low cost. Y, la última revolución en las formas de enfrentarse al consumo viene de la mano de todo tipo de apps para móviles inteligentes (gratuitas o casi) que unen a usuarios con intereses comunes. Son aplicaciones que dan salida a necesidades diversas: desde las que posibilitan hacer amigos hasta las que buscan usuarios para compartir coche, pisos o intercambio de todo tipo de bienes materiales. Es la última revolución tecnológica que está, aquí y ahora, transformando el mundo y en la que está plenamente inmersa la llamada generación millennial o de los millennials.Pero, ¿quiénes son los millennials?
El término, en inglés, (también se ha traducido como Generación Y) define a la población que va inmediatamente detrás de la Generación X (los nacidos entre 1966 y 1985). Los millennials son los que vinieron al mundo inmediatamente después (a partir de 1985) hasta el cambio de milenio, hasta al año 2000. Algunas fuentes retrotraen esta fecha hasta 1980. Esto es, son los jóvenes (o casi jóvenes) que hoy tienen entre 20 y 35 años. Son los mismos que deben incorporarse al mercado laboral y, al tiempo, de consumo.10 características que definen a los millenials o millennial
Y, ¿cómo son? ¿Cómo piensan? ¿Cómo actúan? Quizás sean los más incomprendidos de la historia por parte de sus mayores (los de la generación X) e, incluso, por la anterior, por la llamada Baby Boomer (nacidos entre 1946 y 1965). Han sido tildados de consumistas, de caprichosos, de infantiles, de inmaduros cuando no de inútiles sin argumento alguno. Sin embargo, y sin obviar esto último, en la última década, de la mano de los encargados de marketing de las grandes empresas, sobre todo, se está empezando a indagar en los usos vitales de esta generación. Es una población que ha sufrido de lleno los embates de la Gran Recesión obligando a buena parte de sus miembros a mudanzas constantes, a traslados de país, cuando no al exilio con todo lo que ello implica desde el punto anímico y espiritual. Sin ánimo de ser exhaustivos, los millennials responden a estas diez características:- 1.- Dame un app y moveré el mundo. La vida se concentra en un teléfono inteligente que para lo que menos se utiliza es para hablar. Intereses, chistes, el tiempo, el coche que te puede llevar a una playa desierta, el trabajo que buscas, la pareja sexual del momento se encuentran detrás de la pequeña pantalla al toque de un solo clic. Son los primeros nativos digitales.
- 2.- Se ha dicho que es la generación más consumista de la historia. El efectivo del que disponen se “invierte” en objetos de consumo perecederos. Moda, material deportivo, higiene, belleza, peluquería, ocio, cine, descargas... son favoritos de este grupo de población. Tienden a no acumular nada. Las mudanzas están a la orden y aquello que ya no necesitan o se han cansado de su uso acaba en el mercado de segunda mano a través de páginas de compra venta online. La vida tiene que caber en una caja.
- 3.- Por el contrario, hay bienes de consumo que se antojan inalcanzables. Un vehículo o una vivienda (normal en la cosmovisión de sus mayores) aparecen como objetos imposibles de conseguir. Si bien su panorama laboral es cuanto menos inestable, también la propia cosmovisión de los millennials con su tendencia a mudanzas constantes hace que estos bienes no sean objetos de deseo.
- 4.- El aquí el ahora. El mañana no existe. No hay previsión de futuro. El ahorro es considerado un lujo. El movimiento es una constante en sus vidas.
- 5.- El concepto de familia queda dinamitado por los aires. La fragilidad laboral es de tal calibre y los cambios son tan radicales en la forma y los modos de relacionarse que los parámetros tradicionales de familia entran cada vez menos en los planes de futuro de estos millennials, acostumbrados a mudanzas personales y físicas.
- 6.- El ocio forma parte importante de sus vidas y entre ellos destacan la práctica de deportes de todo tipo. Esta generación es más saludable que sus predecesoras. Son más conscientes de una alimentación adecuada, del consumo moderado de alcohol y de los riesgos del tabaco. Hacen proselitismo militante. Al tiempo y contradictoriamente, también hay tolerancia hacia las drogas sintéticas en este colectivo.
- 7.- Los viajes como una forma de vida. El hecho de que estén acostumbrados a mudanzas constantes (por trabajo o por condicionantes personales) ven los viajes como una forma natural de diversión. Eso sin contar las posibilidades que ofrecen las compañías de bajo coste y las apps específicas que posibilitan alojamientos alternativos a los tradicionales.
- 8.- Es una generación descreída de la política tradicional que siente (con razón) que no se atienden sus necesidades y problemáticas.
- 9.- Aunque parezca contradictorio, es una de las más comprometidas con causas humanitarias o de justicia, las cuales no son capaces de canalizar de modo eficaz. Quizás falta una de las múltiples apps a las que están acostumbrados.
- 10.- Obscenamente sinceros y transparentes, no tienen empacho en publicar detalles de su vida privada en cualquiera de las redes sociales. Las fotografías de la vida íntima (antes reservadas a un círculo reducido de amigos) conviven, a veces, con las familiares, de viajes o con las causas o deseos que ocupan su vida. Los millennials sienten las mudanzas vitales o físicas como parte de su existencia y no tienen ningún problema en expresarlo abiertamente en las redes. Hoy estoy aquí o contigo, mañana no sé. La capacidad para expresar deseos, convicciones, manías y publicarlas abiertamente puede llegar a escandalizar, no ya a la recatada generación de los Baby Boom sino también a la sufrida de los denominados como X.